El patrono de los enamorados celebra su día el 14 de febrero. A pesar del revuelo y los románticos escenarios, declaraciones de amor, peticiones de noviazgo e incluso de compromiso matrimonial que suelen suscitarse durante este día, del Santo Valentín se sabe poco.
¿Te has preguntado quién era y cómo llegó a unir y bendecir los corazones de los amantes, y por qué precisamente a mediados de febrero? Bueno, todo es más complicado de lo que parece. En primer lugar, porque hubo más de un San Valentín; había tres, para ser exactos.
Lo que sabemos es que esos tres hombres vivieron durante el siglo III d.C. Dos de ellos vivían en Italia, San Valentín de Roma y San Valentín de Terni, mientras que el tercero residía en una provincia romana del norte de África. Sin embargo, el San Valentín que celebramos cada 14 de febrero sería el de Roma, quien lejos de tener suerte en el amor como podríamos imaginarnos, justo en esa fecha fue decapitado.
Terrible final, ¿verdad? Por otra parte, es probable que las historias de varios San Valentín se fusionaran en una sola, ya que Valentius (que significa 'digno', 'fuerte' y 'poderoso' en latín) era un apodo popular en ese momento, por lo que varios mártires llevaban ese nombre.
La propia iglesia tiene algunas dudas sobre lo que sucedió específicamente en la vida de San Valentín. En el año 496 d.C., el Papa Gelasio I describió a San Valentín como un mártir como aquellos cuyos nombres son justamente reverenciados entre los hombres, pero cuyos actos son conocidos sólo por Dios. Gelasio, sin embargo, consideraba que lo poco que se sabía del santo era suficiente para establecer el 14 de febrero como el día para celebrar la vida de San Valentín.
Se dice que San Valentín de Roma fue un sacerdote, ejecutado cerca de Roma por el emperador anticristiano Claudio II. Su crimen habría sido ayudar a los soldados romanos a casarse cuando la fe cristiana lo prohibía en ese momento.
San Valentín de Interamna (actual Terni, Italia) fue un obispo, también martirizado. Sin embargo, es posible que San Valentín de Interamna y San Valentín de Roma fueran la misma persona. Una biografía dice que el obispo Valentín nació y vivió en Interamna, pero durante una estadía temporal en Roma, fue encarcelado, torturado y decapitado el 14 de febrero de 269 d.C.
Otro relato histórico detalla que el emperador romano tomó tales medidas contra Valentín porque el santo intentó convertirlo al cristianismo. Esto habría enfurecido a Claudio, quien trató de hacer que Valentín renunciara a su fe. El mártir se negó, por lo que el emperador ordenó que lo golpearan con palos y piedras, para posteriormente ejecutarlo.
Se cree que al menos uno, o dos, de los San Valentín, están enterrados en un cementerio en el norte de Roma. Poco se sabe sobre el tercer San Valentín en el norte de África, aparte de su supuesto martirio. Lo que sí sabemos es cómo pasamos de los mártires cristianos a las flores, chocolates y tarjetas románticas. Cuando el Papa Gelasio I dedicó el 14 de febrero al santo y mártir Valentín, eligió esa fecha para reemplazar la tradicional fiesta romana de la Lupercalia, una fiesta pagana popular en ese momento. Lupercalia era un festival de fertilidad en honor al dios Fauno (Lupercus), considerado protector de las ovejas y cabras de los ataques de los lobos, así como a Lupa, la loba que crió a los huérfanos Rómulo y Remo, cuya leyenda se asocia con la fundación de Roma. .
Durante muchos años la celebración pagana de la fertilidad estuvo marcada por todo tipo de rituales como carreras a pie entre hombres desnudos cubiertos con pieles de cabras sacrificadas. Aparentemente, azotaban a las mujeres puestas en escena a lo largo del hipódromo mientras corrían. Otro ritual requería que un niño emparejara parejas al azar, que luego tendrían que vivir juntas y tener intimidad durante todo el año siguiente para cumplir con el rito de fertilidad.
La iglesia estaba ansiosa por reemplazar tales prácticas con su propio enfoque, por lo que convirtió a San Valentín en el santo de los amantes. A medida que los monjes benedictinos extendieron el Día de San Valentín a Inglaterra y Francia, la práctica comenzó a adquirir características más modernas en la Edad Media.
El intercambio de tarjetas de San Valentín o notas de amor en forma de corazón durante el Día de San Valentín se extendió aún más por los países anglosajones en el siglo XIX.
La comercialización y producción a gran escala de tarjetas de felicitación comenzó con la Revolución Industrial a mediados del siglo XIX. Después de esto, la comercialización de la festividad continuó, especialmente en los Estados Unidos durante el siglo XX, agregando tradiciones adicionales como notas de amor más elaboradas, con obsequios adicionales como chocolates, flores y joyas.
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