¿Qué vendes en una papelería? Está en el nombre, claro: papel. También todas las cosas que se relacionan con el papel, ya sea en la escuela, la oficina o el arte: lápices, plumas, colores, borradores, tijeras y folders de varios colores y materiales.
Pero una papelería puede ser (y a menudo es) mucho más que eso, porque se convierte en un punto de referencia social de su propio entorno. Para miles de personas, ir a la papelería es tan parte de su rutina como poner gasolina al auto.
La razón de una papelería no es vender papel: es vender soluciones. Si aquí encuentran sus respuestas, siempre volverán por más.
Aprovecha cada centímetro.
La papelería desordenada y caótica es parte de la historia. Las personas desean un lugar ordenado, comprensible y limpio. Sin embargo, busca la manera en que cada centímetro pueda aprovecharse, colocando los artículos más atractivos a la vista y los más genéricos tras bambalinas.
¿Quieres que tus clientes vean todo lo que tienes? Considera tener en el mostrador un catálogo de productos y servicios. Muchas veces la gente no sabe lo que quiere hasta que se lo enseñamos.
Amplía tu gama de servicios.
¿Qué otras cosas puede ofrecer una papelería? Recuerda: tus clientes te adorarán si resuelves lo que nadie más ha podido. Esa impresión de último momento; esa presentación excelente para su oficina; ese artículo de limpieza que se necesita con urgencia.
¿Has pensado en rediseñar tus horarios? Nada es más desesperante que recordar un domingo en la tarde que hay que llevar la cartulina o la plastilina para mañana. Tus clientes buscarán en ti respuestas, y es tu tarea dárselas. Ese es tu negocio.
Conviértete en el experto en algún servicio que no sea genérico. Quizás repuestos en plumas; relojes antiguos o revisión de celulares. Si tienes espacio, plantea algunas clases o cursos de manualidades o tecnología. Recuerda: tu papelería tiene que convertirse en un punto de referencia social.
Productos y novedades.
El artículo inesperado siempre es un éxito. Una papelería bien abastecida en regalos, envoltorios y globos siempre es bien agradecida. Salvar un cumpleaños, un aniversario o un día de San Valentín te convertirá en un absoluto superhéroe.
Algún bocadillo, quizás un refresco. Chocolates, manualidades y plumas de medio y alto rango siempre están entre los productos más exitosos.
Escucha a tu cliente.
Claro, papeletas de recomendaciones no pueden faltar. ¡Utiliza la tecnología a tu favor! Envía tu catálogo por correo electrónico a clientes y amigos y pregúntales qué otra cosa necesitan. Si puedes hacerlo, un sistema de seguimiento a tus clientes (por ejemplo, un saludo el día de su cumpleaños y descuentos especiales) pueden convertir un cliente cualquiera en un amigo de por vida.
David contra Goliat.
No temas de las grandes cadenas. Nunca podrán dar una atención y un servicio tan personalizado y local como lo puede hacer tu negocio. Siempre hay mercado para el servicio excepcional.
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