Desde
que éramos niños, el último día de la semana santa, es decir, el Domingo de
Pascua, es tradición repartir y comer huevos de chocolate entre los niños.
Muchos de nosotros nunca hemos averiguado el origen de esta tradición, y
simplemente la practicamos y la heredamos por ser un buen motivo de reunión y
convivencia familiar.
Gracias
a la evolución de la tecnología y el desarrollo de nuevos juguetes, la
repartición de huevitos de pascua ha tenido interesantes variaciones, que
incluye expender huevitos de plástico que llevan un juguete al interior, o que
los niños prefieran colectarlos de manera virtual, gracias a los videojuegos.
Sin
embargo, una de las maneras más bonitas de preservar esta costumbre sin tener
que pasar horas frente a una computadora o tableta, y que permite a los menores
tener entre sus manos un hermoso y llamativo huevito, es hacerlo con globos.
Gracias a la multiforma de estos balones rellenos de aire, podemos entregarlos
a los niños tal y como dicta la tradición, con la ventaja de que podrán
reutilizarlos en nuevos juegos, garantizándoles horas de entretenimiento y
actividad física.
Además,
es una gran forma de reducir el consumo de golosinas, especialmente de la gran
cantidad de azúcar que contienen los chocolates.
Ahora
que conocemos algunas de las opciones para celebrar la pascua, profundicemos en
el origen y significado de la entrega de los tradicionales huevitos.
Los huevos y su significado
El huevo representaba fertilidad y vida para muchas
civilizaciones antiguas, particularmente las establecidas en lugares como
China, Grecia, Egipto y la mayoría de los lugares de América. Al terminar una
mala racha, los pobladores se intercambiaban huevos decorados con pinturas,
principalmente cada vez que terminaba el invierno, y celebraban así la llegada
de la primavera.
Así, el huevo se entregaba el celebración del reinicio
del ciclo de la vida, la fertilidad y el nacimiento.
Después, gracias al cristianismo, los huevos de pascua
adquirieron un nuevo significado, y una nueva fecha para ser intercambiados: La
resurrección, que se conmemora el Domingo de Pascua.
Esto surgió porque la iglesia católica había prohibido
comer huevos durante la cuaresma. Así que la gente tenía cuarenta días para
pintarlos, decorarlos y guardarlos para ser comidos durante la Pascua. La
costumbre llegó a América junto con los misioneros europeos, y se preserva
hasta nuestros días.
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